Con degustación de Mbaipy, la Ciudad espanta al Karaí Octubre

Desde el mediodía, las puertas de Casa Molina, Ubicada en Carlos Pellegrini 937, están abiertas para recibir a los vecinos de la Ciudad, que quieran degustar platos típicos, para espantar al “duende de la miseria”, y revivir así, la tradición guaranítica que se mantiene en el tiempo. En el programa Punto X Punto, la encargada del Museo, Marisa Duarte, explicó que durante todo el mes, se habilitará una muestra que combina el diseño de artistas y una investigación sobre el Karaí Octubre en la Región.  “El primero de octubre hay que demostrar abundancia,  para que el duende pase de largo y no nos deje miseria, la propuesta de Casa Molina es ofrecer, de manera gratuita, una degustación de mbaipy y mandioca frita, comida típica, y una mesa de frutos tropicales de estación”, señaló Duarte.

“Se trata de una fecha muy especial para los correntinos, y un año muy importante para la Casa Molina, porque desde el mes de abril, este lugar  fue revalorizado a través del Municipio, como Museo de la Ciudad, con historia y arqueología de Corrientes,  y además se implementó el archivo digital de la biblioteca”, detalló la organizadora.

“Contaremos con la participación del Ballet de las 7 Corrientes, a cargo de patricia Barboza y su elenco, habrá una exposición todo el mes con las diferentes historias del Karaí, y  de qué manera se manifiesta el duende en cada lugar, y una colección de escultura de los artistas”, añadió por Continental.

Tradición
Karaí Octubre es un festejo guaraní que se remonta mucho antes de la llegada de los españoles a América, cuando en la época en que florecían los lapachos los guaraníes notaban que aflojaban sus reservas de alimento, ya que no había frutos que recoger en el monte y los animales estaban muy flacos por la salida del invierno, y la agricultura que hacían (maíz, mandioca, batata) recién se sembraba a partir de ese mes. En fin, lo único que había por doquier era miseria.
Según la leyenda, el guaraní era un hombre muy positivo en su manera de pensar, no veía mejor manera de contrarrestar esta miseria que hacer una gran comilona, danzando para que su Dios Tupá aleje la pobreza. Cuando llegaron los españoles y al convivir con los guaraníes, vieron precisamente que al comenzar la temporada de primavera se quedaban cortos de alimentos, y adoptaron esa tradición de abundante comida y baile.
Por lo que las familias,  realizaban grandes comilonas al aire libre, generalmente frente a sus casas, para demostrar al Karaí Octubre que ostentan suficientes alimentos en el mes de la miseria. 
Si no se cumple la tradición, el duende persigue a los responsables del grupo familiar para castigarlos y enloquecerlos con fuerte silbidos. También suele hacerse invisible e introducirse en la casa de aquel que no cumplió con su orden y durante un tiempo causa un sin fin de molestias a la familia.
Otra de las maneras de liberarse del duende es “soplando el rancho”, con distintos elementos en tres esquinas, dejando una libre para que por allí se escape asustada la miseria, o bien levantarse bien temprano y con un arreador en mano pegar en todos los rincones de la casa diciendo “para que se retire Karaí Octubre de esta casa”. Esta tradición enseña al campesino a prever el alimento para los suyos durante los meses de “vacas flacas”, época que se inicia en octubre y que abarca los últimos meses del año. El premio es para los previsores. El castigo, para los haraganes.