CUMBRE EN ARGENTINA

G20: cuáles son los temas que podrían dificultar el consenso

A dos semanas de la cumbre de líderes del G20, el organismo mantiene su optimismo respecto a la posibilidad de alcanzar el consenso en el documento final producto del cónclave. Sin embargo, un escenario internacional que se recalienta día a día ensombrece los propósitos de Argentina como país anfitrión, que ya cuenta en su haber con la experiencia de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio OMC (en diciembre de 2017) donde los estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo en ninguno de los puntos principales.

 

15-11-2018

En este marco, el Sherpa Pedro Villagra Delgado confirmó que aún hay temas "difíciles" sobre los que no hay acuerdo. Entre ellos, como era de esperarse, el comercio. Completan la lista las negociaciones en torno al acero, las corrientes migratorias y refugiados, el control de empresas estatales y el cambio climático.

"Son los temas que van a requerir sudor de sherpa", dijo Villagra Delgado al encabezar la presentación de la agenda preliminar ante la prensa, en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Acompañado por el coordinador de la Unidad Técnica G20, Hernán Lombardi, y la Deputy del Canal de Finanzas Laura Jaitman, Villagra Delgado volvió a insistir en la necesidad de un documento "corto, de dos a tres páginas, y escrito en lenguaje comprensible para todos". 

 Comercio

Desde la última cumbre en Hamburgo en 2017, los líderes de los países miembros endurecieron su brecha interna en momentos en que se desataba la "guerra comercial" entre China y Estados Unidos.

En septiembre, el G20 ratificó el multilateralismo como sistema de comercio, en el marco de la reunión ministerial de Comercio e Inversiones que se llevó a cabo en Mar del Plata. Allí, a pesar de "una coyuntura crítica para la cooperación en comercio e inversiones internacionales", llamaron a "mantener los mercados abiertos, abordar el desarrollo económico y revitalizar el sistema internacional de comercio", según suscribieron en su documento.

Lo mismo ocurrió en las Ministeriales de Finanzas y Bancos Centrales, donde el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, descartó que Estados Unidos promueva el proteccionismo sino más bien "el comercio justo", al tiempo que dijo estar dispuesto a sentarse con la delegación China "si ellos así lo desean" y ponía en discusión aranceles a la totalidad de bienes chinos que cada año ingresan a su país. En paralelo, el ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, pedía medidas que garanticen el libre comercio.

• Acero

Este fin de semana, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau mantuvo un encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco del armisticio de la Primera Guerra Mundial, que se conmemoró en París. Allí, ambos conversaron sobre las tarifas de acero y aluminio. 

"El tema de las tarifas de acero y aluminio sigue siendo una preocupación para los canadienses, como lo es para muchos ciudadanos y empresas estadounidenses. Como le he repetido al presidente Trump, espero que podamos resolverlo antes de que nos encontremos en el G20 en Argentina", confirmó el canadiense en el marco de una rueda de prensa.

El nuevo acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA) se anunció el 1 de octubre, después de álgidas negociaciones que llevaron más de un año. Canadá impuso aranceles de represalia a Norteamérica desde el 1 de julio, sumando más presión al comercio entre los dos países, que anteriormente gozaban de un comercio libre de aranceles en estos productos en virtud del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

• Cambio climático

Los países miembros del G20 no se olvidan de lo ocurrido en Hamburgo durante 2017, cuando Donald Trump rompió con el resto de los líderes por su decisión de retirarse del Acuerdo de París (a través del cual, en 2015, los países se comprometen entre otros puntos, a encarar acciones colectivas contra emisiones de gases contaminantes).

A solo dos semanas de la cumbre, un informe anual elaborado por Climate Transparency dio a conocer que los países del G20 están lejos de cumplir con el Acuerdo de París. Entre los puntos más importantes del estudio se destaca que: aumentó el gasto en subsidios a combustibles fósiles, pocas naciones tienen estrategias para reducir a la mitad sus emisiones para 2030, y no existen políticas adecuadas para eliminar el carbón de las matrices energéticas.

• Empresas del Estado

Dentro de los planes de acción anticorrupción del G20 se incluye el impulso a políticas de integridad y transparencia para empresas de propiedad estatal. Este es un tema de preocupación para los países miembros, y en cifras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sin tomar en cuenta a China, los gobiernos del mundo son dueños de aproximadamente 2,467 empresas productivas valuadas en 2.4 trillones de dólares.

Este tema está intrínsecamente vinculado a otras dos preocupaciones: acero y comercio. China es uno de los países señalados como mayor responsable del exceso de oferta de acero. Allí, las empresas son en su mayoría propiedad del Estado. 

• Migraciones y refugiados

Los primeros miembros de la caravana de migrantes que llegan a Estados Unidos lo hacen bajo las amenazas de arresto de Donald Trump, quien también prometió enviar tropas y reforzar las fronteras con México. En este marco, también visitará Argentina el presidente mexicano.

La pulseada abierta entre los países del G20 es acerca de si el organismo es o no, el espacio adecuado para debatir la problemática de un número de migrantes y refugiados que crece día a día. Hace una semana ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y OIM, la Organización Internacional para las Migraciones, anunciaron que la cifra de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en todo el mundo ha alcanzado los tres millones.

Según las cifras, Colombia alberga al mayor número de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, con un total de más de un millón. Le siguen Perú, con más de medio millón y Ecuador, con más de 220.000. Asimismo, Argentina acoge a 130.000, Chile a más de 100.000 y Brasil, a 75.000 personas venezolanas.