PAULA PORTILLO – PERIODISTA CORRENTNA RADICADA EN SUECIA

“En Suecia no se está tomando ningún tipo de medida contra el coronavirus”

La periodista correntina Paula Portillo, ex trabajadora de Continental Corrientes, dio detalles de cómo es la vida en Selem, Suecia, lugar donde reside con su novio Mauro Capara, periodista deportivo correntino. Como se enfrentan al coronavirus en ese lugar y como llevan a cabo adelante su trabajo en el centro de esquí.

 

25-03-2020


Paula Portillo


“Estamos en un pueblo que se llama Selem en Suecia, pero hace una semana estuvimos en Estocolmo y no se está tomando ningún tipo de medida, se está apelando a la conciencia social y seguridad ciudadana. Acá no se siente la paranoia. Pero en Estocolmo se suben con máscaras para fumigar en los trenes y se siente bastante la paranoia. Porque tienen que salir a hacer sus actividades normales, y no tienen permisos. Los grupos están permitidos hasta 500 personas. No existe el distanciamiento, la gente puede salir”, dijo.


“Suecia e Inglaterra han tomado esta medida de 0 cuarentena, no hay tanta población en Suecia. La gente está controlada en ese aspecto, pero lo que sucede en Suecia es que la gente no quiere ir a trabajar pero tiene que ir igual. Trabajamos en un centro de esquí, en una empresa de limpieza, limpiamos cabañas que alquilan huéspedes. Tenemos que estar con guantes de látex, protección, los mozos se cambian de guantes continuamente. Todo el tiempo están en constantes desinfección. La gente viene a esquiar como si nada. En Noruega y  Finlandia cerraron, pero acá la gente viene. Están muy cerca las fronteras así que es fácil llegar”, indicó.



“Estamos muy bien, nos costó adaptarnos, estuvimos tres meses decidimos enfocarnos en el inglés, recién ahora que trabajamos desde diciembre acá estamos hablando en inglés. En Estocolmo, no hablábamos tanto inglés. En Suecia hablan en inglés, nos adaptamos al frio este año no fue tan crudo el invierno. Tuvimos suerte. Es un frio distinto, seco. Pero las temperaturas mínimas llegan hasta menos 40°”, dijo.


“Para ser un trabajo de limpieza está bien pago, nos cobran alquiler mínimo, el transporte es gratuito,  la empresa nos provee de auto. Tenemos un contrato por hora, nos alcanza exacto. Nos descuentan alquiler, gastamos 1000 coronas por mes cada uno, serian 100 dólares,  8 mil pesos argentinos. La comida en si es carísima con los pesos argentinos, pero con la moneda local es nada porque los sueldos sobrepasan los 1000 euros, cobramos 2000 euros cada mes cada uno. Gastamos 500 euros por mes, estamos ahorrando. La bebida alcohólica está controlada por el Estado”, precisó.

“Una vez que se termine nuestra visa acá, en agosto la idea es irnos  a Nueva Zelanda y ahorrar en dólares. Con la plata que estamos haciendo acá, nos va a dar irnos de vacaciones un mes, después ir a Australia. Adaptarnos nos costó 3 meses.  No son de darse la mano ni besos ni abrazos, no son afectivos. Eso jugo a favor de la lucha contra el virus”, precisó.


“La idea es que Mauro pueda sacar su pasaporte italiano y nos pueda dar más tiempo. Las visas se terminan a los 35 años, así que esperemos tener para ese tiempo un pasaporte definitivo. Uno se adapta y te gusta también”, comentó.