Jorge Altieri, el héroe de Malvinas que recuperó el casco que le salvó la vida

A los 20 años le tocó enfrentarse cara a cara con la guerra de Malvinas y estar en la primera línea de combate en la Batalla de Monte Longdon. Los disparos y los bombardeos le hicieron perder su ojo izquierdo, parte de la audición y le dejaron algunas secuelas en la movilidad de su brazo y pierna derechas. El responsable de que hoy Jorge "Beto" Altieri esté con vida fue su casco, que logró recuperar 37 años después de la contienda gracias a que un comprador anónimo pagó los USD 13.000 que pedía un coleccionista en una subasta y se lo regaló.

El exsoldado no tenía conocimiento de la existencia del casco hasta hace cuatro años cuando supo que el objeto al que le debía tanto iba a ser subastado por eBay, con una base de 10.500 libras esterlinas (más de medio millón de pesos). Al ver el precio y después de algunos tira y afloja con la persona que se lo quedó, pensó que ya nunca más podría volver a tenerlo con él. Sin embargo, un empresario anónimo lo compró y decidió devolvérselo.

“En 1982 fui uno de esos tantos soldados que nos tocó el servicio militar. Nos llegó la convocatoria para ir a recuperar la ocupación inglesa de Malvinas desde el 1833. Pertenecía  al Regimiento 7 de La Plata Compañía B Maipú. Fuimos a Malvinas el día 13 de abril y nos instalamos en Monte Logdon donde nos tocó combatir contra los ingleses el día 11 de junio de 1982 contra el regimiento de paracaidistas 3 que era un batallón contra una compañía, una diferencia grande de soldados de ellos contra nosotros. Diferencia de soldados, tecnologías, ropas, nos superaban en todo. Así y todo le demostramos que los argentinos queremos nuestra patria, respetamos la jura de la bandera, combatimos ( yo por lo menos) hasta la 5 de la mañana, hasta que me hieren. Ellos arrojan una bomba cerca de donde estábamos, muere el sargento primero, lo hieren en la pierna a otro compañero mío (Fernández Rito) y a mí me pega en la cabeza el bombazo de las esquirlas, yo caí como muerto ahí. Como la zona fue dada de baja fueron a seguir avanzando hasta que un grupo de amigos llegaron hasta donde estábamos y nos llevaron al pueblo. El casco quedo ahí”, recordó.

“Hasta que, hace unos años, me llama una persona de una radio y me dice que un muchacho me quiere contar la historia. Me cuenta que lo estaban rematando en una subasta en Inglaterra, le digo no puede ser porque mi casco quedo tirado en Malvinas. Y me mandó una foto, le escribíamos nombre o apellido. Y cuando me manda la foto veo que decía “Beto Altieri”. Entonces digo, lo tengo que recuperar. Llame a un amigo de Tierra del Fuego. Él estaba en Italia, me lo compras y me lo traes, le pido”, contó.

“En ese tiempo ofrecimos 400 libras (hace cuatro años atrás) quedamos en que ya estaba comprada, faltando un minuto un inglés ofrece 800 libras. Perdí la oportunidad hasta que seguí conversando con gente, conseguí el número del británico que había comprado. Y él decía siempre que no quería venderlo. Hasta que pasaron cuatros años y lo puso de vuelta en venta: eran 12 mil dólares,  imposible para mi poder comprarlo. Un día antes que lo pongan en remate me hicieron un reportaje explique lo que pasaba con el casco, y lo pusieron en la nota de INFOBAE. Mucha gente quiso hacer donaciones hasta que una persona anónima lo compró. Hablé con el coleccionista y me lo entregó. Fui a recibirlo con mi hijo y fue una sorpresa para mí, me puse a llorar porque fue el reencuentro con muchísimas personas. Para mí es un hermano más. La persona que compro es argentino, me llamo un viernes que era feriado largo de carnavales, quédese tranquilo que el casco fue comprado, me dijo,  está en la embajada argentina en Inglaterra y va a venir para acá, me dijo. No le di bolilla. Cumplía años el 4 de marzo festeje. Días después me pidieron que vaya a buscarlo”, memoró.

“Si no tenía puesto el casco, me volaban la cabeza, es un material bastante duro. Perforó el fierro y el casco que tiene más adentro, me hizo pérdida de masa encefálica del lado izquierdo del cerebro, perdida del ojo izquierdo y semiplejia de brazos y piernas”, detalló.

“La guerra no la ponen los soldados, la arman los altos mandos, que quedan en la casa, mientras nosotros, nos estamos matando entre sí. Para ellos es solo un dialogo entre altos mandos, y nada más. Los pondría a que se estén peleando entre nosotros para que sepan lo que es la guerra, para que no hubiera más guerra en el mundo. De esta forma, no sirve recuperar las cosas. En 1982 se tendría que haber hecho un alto el fuego y decir a las Naciones Unidas que la Argentina no quiere entrar en guerra, de que se quiere hacer un dialogo político en Malvinas para la recuperación. Entonces hubiéramos puesto la bandera argentina, inglesa y de las Naciones Unidas. Y no estaríamos con los 632 muertos en Malvinas y los demás que murieron después, que superan en cifras”, precisó.