TEDEUM

Stanovnik : "La Patria es un don que hemos recibido"

El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik presidió el Tedeum que se realiza a puertas cerradas y con la participación de los representantes de los tres poderes del Estado.

25-05-2020

"Cuidémonos entre todos", dijo el religioso en la ceremonia religiosa que sólo contó con la presencia del gobernador Gustavo Valdés, el vicegobernador, Gustavo Canteros; el intendente Eduardo Tassano y el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Rey Vázquez y sus esposas.

Homilía de Stanovnik en el Tedeum

Me es muy grato saludar al excelentísimo Sr. Gobernador de la Provincia Dr. Gustavo Adolfo Valdés y señora; al Sr. Vicegobernador Dr. Gustavo Canteros y señora; al Sr. Intendente de la Ciudad de Corrientes Dr. Eduardo Tassano y señora; al Sr. Viceintendente Dr. Emilio Lanari y señora. Todos ellos se encuentran presentes en el templo de Nuestra Señora de la Merced, para participar del solemne Tedeum en ocasión de cumplirse los 210 años de la Revolución de Mayo. En las redes sociales nos acompañan el señor presidente de la honorable Cámara de Diputados el Dr. Gerardo Cassani; el señor presidente del Superior Tribunal de Justicia el Dr. Arturo Rey Vásquez; los Señores Ministros del Poder Ejecutivo Provincial; los Señores Legisladores nacionales y provinciales; los Señores Jefes de las fuerzas armadas y de seguridad con asiento en nuestra Provincia; y toda la comunidad de la Provincia que nos acompaña, para dar gracias a Dios por el don de la Patria, y a quienes saludamos cordialmente.

El 25 de mayo de 1810, en plena crisis de identidad nacional, y luego de dar un paso decisivo hacia la independencia que se aproximaba inexorable, los patriotas decidieron dar gracias a Dios por el don de la Patria, congregándose para celebrar el acontecimiento con un solemne Tedeum. Con el mismo propósito e inmersos en un problema humanitario global, estamos nosotros hoy aquí porque queremos agradecer a Dios por la Patria y, porque transitando este momento histórico, marcado por la adversidad, sentimos que Dios no nos abandona. 

La crisis, cualquiera sea, pone al descubierto fortalezas y oportunidades, debilidades y amenazas de los que la transitan. La pandemia nos introdujo en una situación inesperada y desprovistos de experiencia para enfrentarla. Sin embargo, con los recursos humanos y técnicos que teníamos a mano, fuimos respondiendo a esa amenaza con resultados comparativamente satisfactorios, lo cual no elimina automáticamente las debilidades y amenazas que se evidencian en la situación que estamos atravesando. Nuestra condición de hombres y mujeres creyentes, nos dispone interiormente para agradecer a Dios los logros alcanzados y, al mismo tiempo, nos invita a suplicar humildemente su ayuda para ser generosos y desinteresados en colaborar para salir mejores de esta realidad que nos tiene abrumados.