"Hay que darle el valor que se merece al chamamé"

“El trabajo comenzó en 2006, y la primera nota que le escribimos a la Cancillería fue en 2007, debíamos convencer a la cancillería argentina que el chamamé debía tener un reconocimiento mundial, y así fue presentado como Patrimonio del MERCOSUR. Fuimos escalando cada escalón para llegar en donde estamos”, dijo.

“Unesco tiene una convención para el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en esa convención tiene un formulario base, que está dividido en varias etapas: la comunidad geográfica, la comunidad portadora, que alimenta ese elemento,  toda la gente que hace chamame, y todo lo que hace a la convención, lo que hace al elemento inmaterial, políticas que se han hecho en el pasado. Esa comunidad brindó su consentimiento. El chamame lo tiene la comunidad, no lo tiene el Estado. Por eso hicimos tantos talleres para que los portadores nos comentaran que era el chamame, porque había que trabajarlo y que medidas había que trabajar para el futuro. Es muy trascendente la obligación del Estado Nacional, no es Corrientes la que postula sino el país, para eso tuvimos que instruir a la Argentina”, comentó.

“Siempre iba con un cd de chamame, y trataba de convencer a todos los que tenían incidencia en las decisiones del chamame como patrimonio de la humanidad, fue un trabajo de hormiga en la Cancillería. En 10 años pasaron tantos presidentes, presenté al chamame como 10 veces, hasta que en el 2016 conseguimos que Argentina dijera vamos a presentar al chamame ante el MERCOSUR. Estoy hablando de la parte diplomática. En 2016 en Colonia, Uruguay, el MERCOSUR lo aceptó. En el 2017 obtuvimos el logo del Patrimonio Inmaterial del MERCOSUR. Y después de esto Hernán Lombardi me dice que la va a enviar a Liliana Varela ante la UNESCO. Se hizo esto en 2017-2018 que tuvo reconocimiento de Mauricio Macri. Y ahora estamos ya a muy pocos días por las proclamación, pero fue un camino sumamente largo”, recordó.

“Lo importante fue la determinación de que era correcto, como esa primera idea tuve con Lichinsky y Sivori, fue una determinación personal que  este regalo le debía a Roberto Lichinsky. Despues de esto, tuvimos más espacio en la TV Pública, tuvimos señales de que el chamame es reconocido. El reconocimiento del chamame no solo debe ser considerado por la diplomacia sino por toda la sociedad”, precisó.

“Hay que darle el valor que  tiene a esta gestión, fue un trabajo diplomático muy fuerte,  de pasar un género que era de las empleadas, de las negras, que solo el servicio doméstico escuchaba, que en algunos lugares era prohibido al igual que el guaraní, y que ahora este a la altura de otros géneros y tenga una dimensión importante es trascendental. Esto se va a ver reflejado cuando la gente llegue a Corrientes y diga, quiero conocer el chamame, quiero bailar el chamamé.”, contó.