Ni Una Menos. Seis Años del grito que hizo historia

Promediando el mes de mayo del año 2015, fue la periodista Marcela Ojeda quien a modo de catarsis publicó en Twitter; “Tenemos que hacer algo” y este mensaje no sólo se hizo viral si no que también se fue multiplicando hasta llegar a la fecha en la que todas las mujeres salieron a las calles para decir basta.

El motivo del mensaje de hartazgo nos remonta al 9 de mayo de ese mismo año. En la localidad de Rufino, Santa Fe, ocurría el femicidio de Chiara Paez de sólo catorce años. Estaba embarazada cuando fue asesinada y su cadáver fue localizado en el patio de la casa de su novio, Manuel Mansilla, que la enterró con la ayuda de su familia.

Desde las redes, sin banderas políticas, un movimiento de mujeres que poco a poco fue adquiriendo estructura, voz y peso en la sociedad se convocó a una marcha nacional. La fecha elegida fue 3 de junio y la concentración que juntó a más de 300 mil personas en las inmediaciones del Congreso de la Nación en Buenos Aires se replicó en distintos puntos del país.

El Ni Una Menos fue abrazando distintas causas antes invisibilizadas, organizando asambleas y dando reconocimiento a grupos que venían desarrollando tareas hace tiempo. La violencia estructural de una sociedad que respeta más al hombre sólo por su condición de varón, el rol de los medios a la hora de abordar la temática de la violencia y por último el rol del Estado y la Justicia que lejos estaba de resolver a tiempo estas situaciones de violencia, empezaron a cuestionarse seriamente.

Bajo los hashtags; #MiPrimerAcoso, #MeToo y el #YoTeCreo las mismas mujeres empezaron a contar sus historias a modo de desahogo en las redes sociales. Mujeres que sin importar el tiempo comenzaron a denunciar a sus abusadores poco a poco fueron transformando ese “poder decir” en poder hacer y denunciar.

Y la ola se fue agigantando. Ya el 19 de octubre del 2016 el Movimiento “Ni Una Menos” organizó el Primer Paro de Mujeres de tareas remuneradas y No remuneradas y para el 8 de marzo del 2017 el Día de la Mujer de las rosas y bombones fue reemplazado por un día de reconocimiento, de conmemoración y de Paro de Actividades.

Había cambiado algo muy importante. El concepto de Femicidio como crimen salió del lenguaje académico y comenzó a exigirse su uso en los medios y en la justicia que lo reconoció como la forma más extrema de violencia contra la mujer.

Hoy sabemos que los colectivos de mujeres organizadas cobraron un fuerte peso en la opinión pública. Hoy conocemos su lucha y reconocemos al Encuentro de Mujeres más allá de “los disturbios” y “quema de iglesias”. Hoy a seis años podemos reconocer esta fecha como bisagra.

Sin embargo, aún falta un trecho largo por caminar. Porque sí, sepan disculpar, pero nos siguen matando. Según el relevamiento del Observatorio Nacional Mumalá entre el 1 de enero y el 30 de mayo de este año se contabilizan 94 femicidios en Argentina y nuestro país se encuentra en el puesto número 14 de casos de violencia de género, llamados hoy también violencia machista.

Por eso el grito sigue latente.

NO ES PASIONAL

NO ES DOMÉSTICO

ES VIOLENCIA

ES FEMICIDIO

ES MUERTE

NI UNA MENOS