"Reflejo de un pescador". Llega a los cines un documental sobre la Fiesta Nacional del Surubí

El largometraje que llegó a las salas, sigue la aventura de Tulio, un pescador que lleva a cuesta sus anhelos y desencuentros, mientras se prepara para uno de los eventos más importantes de Corrientes y que los directores bañan en suspenso.

23-02-2024

 "Reflejo de un pescador", que se estrenó este jueves, sigue la aventura de Tulio, un pescador que lleva a cuesta sus anhelos y desencuentros, mientras se prepara para la Fiesta Nacional del Surubí, uno de los eventos más importantes de Corrientes y que los directores bañan en suspenso.

"En nuestras charlas para ver a cuál pescador elegíamos, nos confesamos que algo habíamos sentido cuando entró Tulio al lugar donde hacíamos el casting. Y así fue. Elegimos a Tulio por su perfil de pescador, pero lo que nos sacó de la duda fue esa energía que sentimos con él", dijo a Télam Benjamín Delgado, codirector de la película junto a Lucía Cavallotti.

Delgado quería filmar algo en Goya, pueblo correntino de su infancia, y fue el cuarenta aniversario de la Fiesta del Surubí el detonante de la película. Pero lejos de hacer un documental sobre la festividad, los directores prefirieron seguir la vida de un lugareño enmarcada en el evento que reúne año tras año a 3.000 pescadores de varios lugares del país.

"La idea de hacer un documental -agregó el director- que involucrara de alguna forma a la Fiesta Nacional del Surubí venía desde hacía muchos años. Hicimos un casting y allí fue que conocimos a Tulio. Lo entrevistamos y luego de él empezaron a caer un sinnúmero de pescadores. De pronto, ya no teníamos tiempo libre y era una entrevista tras otra. Lo hicimos sin parar hasta que cayó el sol. Al final del día, miramos todas las entrevistas y estábamos con algunas dudas, no sabíamos a quién elegir".
Luego de conocer a Tulio, la pareja de directores grabó durante cuatro años, entre 2015 y 2019, la competencia en el río debido a la complejidad que ello conllevaba. Cientos de lanchas, con sus particularidades, rompen la calma y el silencio de Goya para adentrarse en los diversos brazos del Paraná. Sobre la calle, miles de fanáticos y curiosos se acercan a verlos, tras lo cual esperan el desenlace, casi 24 horas más tarde, en la feria que se arma en las cercanías.

Todo eso no se puede filmar de una vez y ante ello, tomaron la decisión de viajar en varias oportunidades para ubicar las cámaras en tantos lugares como fuera posible para captar el verdadero clima de lugar y su gente.