IA y robótica. Las aliadas clave para la producción de agroalimentos

La inteligencia artificial (IA) y la robótica están transformando el modo en que producimos alimentos en el país y en el mundo. Desde el monitoreo de cultivos hasta el control de calidad en plantas procesadoras, estas tecnologías ya no son promesas futuras: son una realidad que revoluciona la eficiencia, la sostenibilidad y la rentabilidad del sector agroalimentario.

En el campo, esto se traduce en la posibilidad de predecir rendimientos de cosecha, ajustar riesgos climáticos y detectar problemas en tiempo real, lo que permite actuar de manera anticipada y precisa.

La robótica, por su parte, se vuelve cada vez más accesible y deja atrás su imagen de ciencia ficción. “Hoy tenemos drones que monitorean hectáreas en minutos, tractores autónomos que siembran con precisión milimétrica y robots que aplican fertilizantes exactamente donde hacen falta. Esta tecnología permite tratar cada planta como un individuo, optimizando los recursos y reduciendo el impacto ambiental”, detalló Esquivel.

Este enfoque hiperpersonalizado, basado en datos concretos, representa un cambio de paradigma respecto a la agricultura extensiva tradicional. Según el especialista, la automatización combinada con IA no solo agiliza tareas, sino que mejora la calidad y seguridad del proceso. “Sensores distribuidos a lo largo de la cadena detectan en segundos cualquier desvío de temperatura, humedad o contaminantes. Esto previene problemas de salud pública y fortalece la confianza del consumidor”.

Además subrayó que la automatización no es solo hacer más rápido, sino hacerlo mejor. Para él, la adopción de estas tecnologías es una inversión inteligente: “Permite optimizar cada insumo, anticiparse a problemas antes de que se conviertan en pérdidas y automatizar tareas costosas. Todo esto impacta directamente en la rentabilidad, especialmente en contextos donde cada centavo cuenta”.

Como educador que capacita tanto a estudiantes como a docentes y productores, destacó que estas soluciones tecnológicas ya son escalables y adaptables a diferentes realidades productivas. “No es algo inalcanzable, como muchos creen. Hoy hay herramientas accesibles que permiten dar ese salto hacia una producción más inteligente y sustentable”.