Hidrovía. “La audiencia fue una farsa”, denunció Maciel, defensora participante

“Participé de la audiencia pública que fue convocada para dar a conocer el informe ambiental de la vía navegable, pero fue una farsa. La convocatoria apenas se publicó en el Boletín Oficial y en algunos sitios oficiales, sin mayor difusión”, afirmó Maciel. Según relató, más de 198 expositores cuestionaron el proceso desde los primeros minutos de la audiencia. “No hubo participación social ni informe ambiental vigente. Se leyeron partes de estudios de hace más de diez años que nunca fueron dictaminados por los organismos competentes. Además, hoy ni siquiera existen esas autoridades: el Ministerio de Ambiente y la Dirección de Vías Navegables fueron disueltos por el DNU”, señaló.

Maciel advirtió que la falta de control y la ausencia de organismos técnicos y científicos convierten al proceso “en una mala ficción de lo que establecen las normas ambientales”. “No se presentaron bases del pliego, ni el calado pretendido del río, solo afirmaron que no habrá impacto ambiental. Eso no es ni serio ni científico”, remarcó.

La activista cuestionó además la intención de profundizar el cauce del Paraná a más de 40 pies para facilitar la carga total de los buques de las grandes cerealeras:“Pretenden extraer más recursos del país, reducir costos empresariales y cargar al 100% sus bodegas, sin importar el impacto en el lecho del río, los peces en riesgo de extinción, los humedales ni la vida de las comunidades ribereñas”, denunció.

Maciel sostuvo que el proceso licitatorio está viciado de origen y que se ha ignorado el Tratado de Escazú, que garantiza el acceso a la información y la participación ciudadana en temas ambientales. “El Poder Judicial debería actuar de oficio, pero vemos una Justicia cómplice de estas acciones dañinas para el ambiente y para las generaciones futuras”, expresó. Advirtió que la entrega de la Vía Navegable del Paraná implica también una pérdida de soberanía nacional:“Dos potencias, Estados Unidos y China, se disputan nuestras riquezas. En lugar de entregar el río, deberíamos fortalecer la industria naval argentina, recuperar los puertos en manos privadas y generar ingresos para nuestras provincias, entre ellas Corrientes, una de las más afectadas y más pobres”, sostuvo.